La historia le sonrió a Cruz Azul, y ha avanzado de un cruce que lucía complicado ante León, el cual debió resolverse agónicamente con la única anotación de Rivero que sirve para instalarlos a la fiesta grande del Apertura 2022.
El encuentro arrancaba en un clima acogedor para los locales que debían hacerle frente a un cuadro esmeralda que llegaba con las mismas ilusiones y esperanzas que los azules, que tradujo con intensidad y descaro en toda ocasión cercana a la portería, sin embargo, los de Raúl Gutiérrez gozaron al 12’ de una infalible situación que desperdició Uriel Antuna, y de ahí en más el equipo marchó
No obstante, tras el gol que le anularon por fuera de juego a Gonzalo Carneiro en el 41’, la Máquina comenzaba a transitar mejor en el terreno de juego, aunque el medio tiempo hizo su labor para que ambos técnicos refrescaran sus ideas al pasar los reglamentarios quince minutos.
Las emociones se reanudaban, y el partido demandaba más exigencia de la demostrada en apenas 60 minutos, pero, pese a las poquísimas chances vistas hasta ese momento, los dos conjuntos dejaban el alma en el campo. La delantera azul quería desatarse, e incluso, al 65’ nuevamente la diosa pelota le negaba otra anotación a Carneiro que otra vez caía en offside.
El nerviosismo podía sentirse al llegar a los últimos veinte minutos del compromiso, y precisamente en este tiempo ocurriría el momento clave, ya que Antuna sacó un centro con veneno que no logró resguardar Rodolfo Cota, y que Ignacio Rivero sentenció en una señal clara de avidez. Pero, la escuadra cementera sudó frío en el ocaso del partido por un supuesto penal de Rodrigo Huescas que, después del VAR, se declinaba la decisión haciendo saltar de alegría a la afición de Cruz Azul por el triunfo final.