El Clásico Nacional se vistió nuevamente de azulcrema, con la victoria del América ante Chivas que luchó hasta el final sin conseguir el resultado deseado que firma una semana rojiblanca para el olvido.
La puesta a escena era inmejorable; con estadio lleno, equipos completos, y el campo en condiciones ideales. Justamente, el dueño de casa sería el primero en pegar, después de que Henry Martín rindiera cuentas desde el manchón penal provocando una avalancha de emociones en el Azteca, apenas al minuto 2.
El Rebaño se abrió paso en medio de la calamidad que significaba estrellarse rápido con su máximo némesis, viviendo sus mejores momentos que duraron poco más de 20 minutoscon un tiro libre directo incluido de Alexis Vega que casi clareaba aGuillermo Ochoa. Posteriormente, el partido cumpliría con la intensidad; Águilas y Chivas dándolo todo, hace rato que no se veía una entrega así entre ambos en años.
Luego del descanso, la escuadra localno perdió mucho tiempo para repetirle la fórmula al enemigo, ya que al 51’, un Henry inspirado actuó de asistente al compartirle la gloria a Alejandro Zendejas, el cual, no desperdició ningún segundo y fusiló a Miguel Jiménez. En consecuencia, el equipo tapatío respondió con vigor en dos chances; al 54’ intervino bien Ochoa, pero al 61’ Cristian Calderón descontabasolo en el área y alargaba la ilusión de la remontada.
Tras el empate, los cambios, lejos de desentonar, presumieron el mismo ritmo que sus antecesores, regalando un digno show. De hecho la ventaja pudo estirarse a favor del América con Diego Valdés, pero impactada la bola en el larguero al 83’, lo último antes de que Escobedo decretara un nuevo triunfo de los de Fernando Ortiz.